viernes, junio 18, 2010

Adiós José Saramago.....

   me costó sacarte de este  mi blog, y, no lo hice.  Anunciaste que dejarías de escribir en el tuyo. Cuadernos de Saramago.   Tus razones,  estar escribiendo un libro u otra cosa.  Luego, creo que por salud.... y así hubo mas de una despedida.
Te mantuve entre los preferidos, leídos a diario;  a los pocos días por algo que no recuerdo volviste a escribir sobre un tema que seguro te perturbó,  y necesitabas dejar por escrito.
Así eras tu....
Pero no era un regreso.....ibas y venias.  Confieso que egoistamente me dió rabia saberlo.  Disfrutaba tus palabras aunque a veces me dieran ganas de discutir tus argumentos. Pero yo volvía,  a ver si te habías arrepentido.
Reemplazaron tus escritos diarios los de la Fundación,  llamándolo "Otros cuadernos de....
Este año en febrero mencionaste a Haiti.  Había temas que no podías dejar de denunciar.

Así eras tu.....

Hoy que te fuiste de verdad.... tampoco lo haré.
Acá seguirás.....y tratare de ir manteniéndote al tanto de lo mucho / poco que pasa en cualquier lugar del mundo,  y estaré atenta a lo que tal vez quisieras decir;  y ver si lo que me mandas coincide con lo que yo también. siento y de  "haragana"  o cobarde no dejo por escrito.
Buen viaje.....

Despedida

Agosto 31, 2009 por José Saramago
Dice el refrán que no hay bien que cien años dure ni mal que perdure, sentencia que le sienta como un guante al trabajo de escritura que acaba aquí y a quien lo hizo. Algo bueno se encontrará en estos textos, y por ellos, sin presunción, me felicito, algo mal habré hecho en otros y por ese defecto me disculpo, pero sólo por no hacerlos mejor, que diferentes, con perdón, no podrían ser. Es conveniente que las despedidas siempre sean breves. No es esto un aria de ópera para poner ahora un interminable adio, adio. Adiós, por tanto. ¿Hasta otro día? Sinceramente, no creo. Comencé otro libro y quiero dedicarle todo mi tiempo. Ya se verá por qué, si todo va bien. Mientras tanto, ahí tienen “Caín”.
P. S – Pensándolo mejor, no hay que ser tan radical. Si alguna vez sintiera necesidad de comentar u opinar sobre algo, llamaré a la puerta del Cuaderno, que es el lugar donde más a gusto podré expresarme.