jueves, julio 12, 2007

Los Abuelos en las vacaciones: una complicidad especial

(Este es el primer artículo que escribí para la página "Educar es Facil" y fue publicado el 11 de julio.)

Siempre recuerdo el término del año escolar, que en Chile, como en otros países del hemisferio sur, termina en diciembre. Por un lado es agradable, ya que todo termina junto. Tanto las clases, como el año mismo. Nos parece que las vacaciones nos las merecemos más que otros, ¡hemos tenido un año completo de trabajo! Llegan las Navidades, fiestas del Año Nuevo, etc… Tenemos todo Enero y Febrero por delante para juntar las energías y empezar de nuevo en Marzo.

Junto con eso, recuerdo una última reunión de año, con los padres y apoderados de mi curso. Seguramente yo estaba con cara de felicidad y aprontándome para descansar. Era soltera y las vacaciones significaban casi tener el 100 % del tiempo para mi, sin planificar clases, ni niños encima preguntándome a cada rato, ni levantadas temprano…

Debí haberlo mostrado muy claramente, cuando una mamá me dice: “tus vacaciones son días de más trabajo para mí en casa. ¡No sé qué voy a hacer con los chicos, 2 meses y medio!”.

Tal vez nunca se me había ocurrido pensarlo desde el otro punto de vista. Pero indudablemente esa mamá, sin negarle que pudiera tener razón, estaba empezando mal los meses de vacaciones.

No sé qué tantos padres se organizan antes; fuera de planificar adonde irán, o qué harán los chicos, sobre todo si los dos trabajan, como muchos ahora.

Hace unos años que vivo en Europa, antes en Madrid y ahora en Lisboa. Ya estamos viviendo ese ambiente de vacaciones que trae este período. Muchos niños en las calles jugando, en los parques, y acá en las playas.

He observado en los últimos años cómo se ven más abuelos compartiendo actividades al aire libre con sus nietos. A parte de que los abuelos estamos o nos vemos más jóvenes, (¿será así? ¿o soy yo la que quiero creérmelo…?), pero bueno, es una buena oportunidad para que los niños tengan ese tiempo para compartir con los abuelos.

Mi experiencia ha sido distinta ya que fuí abuela a los 45 años, mi hija se casó joven y por lo tanto la relación con los dos nietos que tengo es de una abuela muy cercana.

A pesar de la distancia de ahora, tenemos unas rutinas que nos mantiene en comunicación permanente. Aparte del internet, que por la edad no tienen acceso permanente…

Hablamos todas las semanas por teléfono, en especial los miércoles, que es el día que mis nietos llegan antes del colegio. Es tanto así…. que ya esperamos ese día. Tanto ellos como yo.

Me he preocupado especialmente de dejar que me cuenten de sus cosas y actividades. Sin apurarlos y escuchándoles con atención.

Qué importantes se sienten ellos, cuando les pregunto a la semana siguiente cómo les fué en el partido de tennis o en una prueba del colegio, un cumpleaños que me contaron o una película. Les comento del partido de fútbol preferido de ellos… que obviamente me he informado antes. Me he aprendido los nombres de los jugadores famosos de cada equipo, los resultados de los últimos partidos y si me escucharan hablar con ellos, pensarían que soy una fan más.

Yo tenía una relación muy especial también con mi abuela, y muchos de los recuerdos que tengo son pequeñas cosas que hacíamos juntas y que después de un tiempo las instaurábamos como “nuestras rutinas”.

abuelosVamos creando una “complicidad especial”. Creo que entablando una rica comunicación con los nietos es un regalo que nos podemos dar mutuamente, en estos tiempos en que la distracción de los niños está cada vez más individualista. Busquemos ese espacio para entrar en su mundo y de ahí en adelante compartir pequeñas cosas que nos llenarán el corazón de felicidad y cariño.

Hagámoslo antes que crezcan, ¡lo hacen tán rápido!

Leí por ahí que…

“Las personas aprenden a ser hijos sólo después que se convierten en padres y aprenden a ser padres después de convertirse en abuelos…”

PD. me voy a Chile por un mes, allá mis nietos estarán de vacaciones de invierno y ya tenemos planificadas muchas actividades juntos…